El hombre, la mujer y la serpiente entre ellos (II) Michael Laitman


Judaísmo
El hombre, la mujer y la serpiente entre ellos (II)
''De todos los árboles del jardín comerás, pero del árbol del conocimiento no comerás, porque al hacerlo, morirás", (Génesis 2, 16-17).
El primer libro de la Torá parece advertirnos de manera contundente qué pasaría al desobedecer tal advertencia. ¿Será que se trata de una simple historia o acaso tiene vigencia hoy en día?


El Árbol del Conocimiento
Seguramente muchos se preguntarán: ¿qué es esta prohibición tan grave que puede costarnos la vida? ¿A qué se refiere la frase, comer del Árbol del Conocimiento? ''La Cábala nos explica que comer" significa recibir el placer que da el Creador. Y el Árbol del Conocimiento es el placer total que el Creador desea dar; sin embargo, como el alma aún no estaba preparada para recibirlo, se le llamó el fruto prohibido".
El alma, hasta este punto, consistente en Adam y Eva, no había completado su proceso de desarrollo. Así que al comer del fruto prohibido" (recibir el placer del Creador), el alma sería vencida por el placer y perdería su conexión con el Creador: el atributo de otorgamiento. En otras palabras, el alma caería a un nivel en que estaría totalmente separada del Creador y controlada totalmente por el ego: el mundo corporal.
Así lo explica Rabí Baruj Ashlag (Rabash): no podía ingerir del árbol del conocimiento con la intención de otorgar, sino que lo ingirió con la intención de recibir. Esto es llamado el aspecto del corazón.