REFUGIADOS
By JAIME S. DROMI
Durante ya años oímos como todos los medios de difusión utilizan el término ''refugiados'' no para referirse a los cubanos que arriesgaron sus vidas para escapar del régimen castrocomunista, ni a los pobres negros de Darfur que escapan de las bandas asesinas musulmanas del Sudán, ni lo usan para referirse a otros que escapan de otras tiranías, sino solamente para así llamar a los árabes que salieron de Israel por su propia voluntad en 1948 y que, según los cálculos que hacía Arafat, son ahora unos cuatro o cinco millones de personas y viven miserablemente en campos de concentración en Gaza y en otras partes de los países árabes (hay 22 países árabes en la Liga Arabe), pero estos ''refugiados'' no se han establecido en ninguno de ellos. Es un asunto que vale analizar.
Primero un poco de historia. Hasta mediados de 1800 muy poca gente trabajaba en agricultura, el país estaba muy abandonado. La malaria era muy común y mucha gente sufría esa enfermedad. La tierra era desértica y prácticamente despoblada, dunas de arena y pantanos, criaderos de mosquitos por doquier eran la norma. Los judíos que llegaron en esa época secaron los pantanos, plantaron árboles, hicieron jardines, fundaron ciudades, crearon fábricas, establecieron escuelas y abrieron universidades, instituyeron centros obreros y construyeron clínicas y hospitales. La Liga de las Naciones (así llamaban a la ONU) dio a los británicos un mandato sobre Palestina al finalizar la Primera Guerra Mundial, mandato que terminó el 29 de noviembre de 1947 cuando la ONU decidió partir ese territorio en dos estados, uno para los judíos y el otro para los palestinos, lo que finalmente sacó a los británicos de ese territorio el 14 de mayo de 1948, cuando los residentes judíos declararon la independencia del nuevo Estado de Israel en las fronteras establecidas por las Naciones Unidas. Los árabes se negaron a tomar el territorio ofrecido.
En las estadísticas oficiales del gobierno británico, preparadas al comenzar el 1948, se establecía que en todo el territorio de Palestina residían unos 650 mil árabes, que en su mayoría llevaban en el país entre 40 y 60 años, habiendo inmigrado de Siria, Irak, Egipto y el Sudán, buscando trabajo entre los judíos, que pagaban y los trataban mejor que en sus países de origen.
LEER TEXTO COMPLETO