PARASHAT HASHAVUA

Parashat Hashavua KI-TETZÉ 5767 25 de agosto, 2007 11 de Elul 5767
Devarim - Deuteronomio 21:10 - 25:19

Hace algunos años, durante una conferencia, me tocó compartir hotel con una convención de pastores bautistas. En cierto momento, caminaba por el pasillo detrás de tres ministros cuando el primero preguntó al segundo: "¿Por dónde se va a la piscina?", y el segundo respondió: "Al final del pasillo a la izquierda." El tercer ministro rápidamente corrigió a su colega: "No, por ahí no, es al final del pasillo a la derecha." En este punto, el primer ministro lanzó una mirada incrédula al segundo, que evidentemente le había dado la dirección equivocada, y preguntó: "¿Me quieres llevar por el mal camino?" Aunque las palabras que usó fueron obviamente hiperbólicas, tocó un punto subrayado por los comentaristas en la parashá de esta semana.
"Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o una res de su ganado menor, no te apartarás de ellos con disimulo; sin falta los harás volver a tu hermano. Y si tu hermano no está cerca de ti, o tú no le conoces, lo recogerás dentro de tu casa, y estará contigo hasta que lo busque tu hermano, y se lo devolverás. Así también harás con su asno, y así harás con su vestido, y así harás con toda cosa perdida de tu hermano, que se le hubiere perdido, y tú la hubieres hallado; no podrás disimularlo." (22:1-3)
La primera vez que nos encontramos con el precepto relativo a objetos perdidos es en Éxodo (23:4), pero de ningún modo es tan exhaustivo como aquí en Deuteronomio. Ramban destaca la repetición y, como haría cualquier buen comentarista, explica que hay una diferencia esencial entre los dos mandatos (aparte del hecho de haber usado más palabras). "Aquí en el Deuteronomio, se agrega que el buey se ha `extraviado', mientras que el Éxodo se refiere a un buey que `deambula', al que no sería muy difícil hacer volver al camino correcto; sin embargo, ahora nos referimos a que se ha "extraviado', a que se ha ido demasiado lejos." Enfocándonos en los distintos verbos hebreos utilizados en cada versículo, Ramban comenta que un buey que `deambula" es fácil de corregir, mientras que uno que se ha "extraviado" requiere de recursos más significativos para hacerlo regresar a casa. Así pues, nuestra obligación se extiende hasta este caso, cuando tendríamos que hacer un verdadero esfuerzo para retornar el buey.

LEER LA TOTALIDAD DE LA PARASHA