PARA SHABAT UNA RICA JALA


EL SHABAT Por. Rina Levi

"No es el pueblo judío quien cuidó el Shabat, sino el Shabat quien cuidó al pueblo judío" (Ajad HaAm). Estas palabras indican que el Shabat es la esencia y el espíritu del judaísmo. Seguramente por eso, es la única festividad que se menciona en los Diez Mandamientos.
Este mandamiento enseña que nos debemos abstener de todo trabajo en el séptimo día de la semana, santificar y consagrar el Shabat como día bendito, destinado a la recreación espiritual y al despertar religioso y moral.
Cuando la madre extiende sus manos y enciende las velas sabáticas, esparce santidad, felicidad y paz en el hogar.
En el Shabat hay tres comidas obligatorias (shalosh seudot). También deben vestirse ropas festivas, las que junto con las velas, la santificación del vino y del día (kidush) y los cánticos tradicionales (zemirot) crean una interesante atmósfera familiar.

Dice Rabí Shimón ben Lakísh que en cada víspera de Shabat, D'os entrega al hombre un alma adicional y se la quita al concluir el día. "Por 24 horas el judío es transferido a un mundo diferente, armonioso, feliz, casi sublime".
La celebración comienza con las oraciones del Kabalat Shabat, que traen el regocijo al hogar, continúa con la bendición del padre a los hijos y el kidush. Durante todo el Shabat los judíos cantan, en la sinagoga y en el hogar, en un ambiente de bondad, entrega y despreocupación.
Al culminar este santo día, se hace havdalá, para diferenciar ésta jornada tan especial de los días comunes que recomienzan con la aparición de las primeras estrellas. Se sirve luego la mesa con la cuarta comida como despedida de la Reina Shabat, denominada en hebreo Melavé Malká.
El Shabat debe tenerse presente durante toda la semana. Su santidad nunca deja de existir y debe prevalecer en cada una de nuestras acciones. Tal vez a ello se deba que los días de la semana no tengan nombre propio, sino que se los mencione en referencia al Shabat: rishón (beshabat) es decir, el primer día del Shabat; shení (beshabat) el segundo día del Shabat y así sucesivamente. De esta manera, todos los días son una preparación para el santo día.
Tanto el viernes por la noche como el sábado en la mañana, inmediatamente después de hacer kidush, nos lavamos las manos y decimos la bendición sobre la jalá.

En esta oportunidad aprenderemos una rápida manera de hacer jalot .

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