En un informe del Departamento de Estado norteamericano, conocido por estos días en nuestro país, se da cuenta de que, según las estadísticas de la DAIA, en 2006 hubo en la Argentina 586 quejas por incidentes antisemitas.
El documento, cuyo nombre es Informe sobre libertades religiosas , incluye, entre esas 586 quejas, 25 amenazas, acciones terroristas o de violencia física, y 396 casos de propaganda antisemita (grafitis, pintadas y distribución de literatura).
Ahora bien, de este número de quejas se desprende, como lo indica el mismo documento, que ha habido un aumento del 35 por ciento más de incidentes de este tipo respecto del año 2005.
Asimismo, se incluyen varios ejemplos concretos de actos de hostilidad contra entidades o integrantes de la colectividad judía: entre otros, las canciones antisemitas que fanáticos del club Defensores de Belgrano cantaron contra los simpatizantes del club Atlanta durante un partido de fútbol, el 21 de noviembre de 2006, o los eslóganes antisemitas lanzados de viva voz durante las manifestaciones hechas frente a la embajada de Israel durante el conflicto entre Hezbollah y el Líbano en 2006. Es decir, que las circunstancias y las situaciones pueden ser bien diferentes.
Este documento del Departamento de Estado norteamericano fue dado a conocer muy poco antes de que el presidente argentino, Néstor Kirchner, y su esposa, candidata a la presidencia para las elecciones de octubre próximo, viajaran ayer a Nueva York, junto con los familiares de víctimas del atentado contra la AMIA del 18 de julio de 1994, para entregar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas 150 mil firmas que exigen la captura de los sospechosos de haber planificado o cometido el atentado en el cual perecieron 86 personas y hubo muchísimos heridos.
Evidentemente, se ha tratado de una coincidencia fortuita el hecho de que se publicara este documento casi contemporáneamente con la visita a los Estados Unidos de nuestro presidente.
Además, ha quedado en claro que el Departamento de Estado norteamericano considera que el gobierno argentino promueve, en general, la libertad de religión en el país y, además, el diálogo entre distintas confesiones.
Sin embargo, esta estadística muestra de manera muy concluyente y comprensible , porque es un espejo que nos devuelve nuestra imagen como es vista desde el exterior, que nunca se pueden bajar los brazos en este tema.
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